Una subida del 213% sobre unas cantidades que dan ahora unos 2.600 millones anuales. Y empujaron para que hubiera All Star, un poco sui generis, y para que no se jugara más allá de julio, lejos del hundimiento de las audiencias que sigue provocando agosto y sin coincidir con los Juegos Olímpicos de Tokio. Llegadas las últimas semanas de temporada, muchas veces un espectáculo poco edificante a la espera del draft (unos) y los playoffs (otros), había al menos doce equipos en cada Conferencia peleando en el baile del dúo playoffs/play in. De drama. La NBA, mientras, satura las redes (con una legión híper activa de seguidores que mutan en productores de contenido) con discusiones acerca de esta o aquella estrella, comparaciones entre épocas, hitos estadísticos de todo pelaje (unos cuantos intrascendentes o poco más que anecdóticos), vídeos de jugadas, memes… Swingman Association Edition. La camiseta clásica inspirada en el auténtico diseño de las camisetas de la NBA. La NBA tiene un calendario de 82 por equipo, un montón de noches para las televisiones, un montón de jornadas con los pabellones abiertos y produciendo (entradas, merchandising, restauración…) para las franquicias.
Desde 2019, se sortean las cuatro primeras plazas y no las tres primeras del draft. Todo está dispuesto para que las casi tres horas que pueden llegar a durar los partidos de NBA no sean aburridas. Antes, el peor de la regular season tenía un 25% de opción de llevarse el número 1 y un 64% de tener un top 3. El segundo, 20 y 56% y el tercero, 15,6 y 47%. Ahora los tres tienen un 14% de número y un 40% de top 3. Y el cuarto peor un 12,5 y un 37%. Da lo mismo ser último que antepenúltimo. Y ni siquiera entre el peor y el cuarto peor hay una diferencia que (a priori) justifique regalar más partidos de la cuenta de forma grosera o, simplemente, muy visible. En la forma en que se va a disputar ahora, el play in está garantizado, introduce más partidos y más equipos implicados. Ese es, ni más ni menos, el clima de permanente evolución, sostenida pero imparable, en el que se ha enmarcado también la aparición del play in: más partidos significativos, más cosas en juego, más drama en la pista y menos en lo aleatorio.
Mavericks parecían abocados a ese trance que finalmente evitaron en un brillante final de temporada. En el Oeste, mientras, otro triple empate ha decidido quiénes se salvaban y quién caía al séptimo: los Mavericks acabaron quintos, los Blazers sextos con su victoria de la última jornada frente a unos Nuggets ya sin nada en juego y los Lakers, el campeón, séptimos por tener los desempates perdidos y a pesar de su acelerón final (cinco victorias seguidas). Y los equipos han hecho cuentas y peleado de verdad por evitar esa ronda previa, que a la vez ha alimentado la esperanza de otros que habrían estado descartados mucho antes (Pelicans y Kings en el Oeste, Bulls y Raptors en el Este). Este emblemático equipo fue fundado en 1923 con un nombre que en nada se parece al actual «Rocherter Seagrams». El nombre del equipo en letras grandes por el pecho, este colorido esquema que incluye rojo, marrón, negro y blanco, el logo feroz de un oso grizzly con un balón en la pantaloneta. Tal cosa es posible pero requiere, exige, un cuidado máximo del producto y un control de calidad constante con la mirada puesta en cómo mejorar. Para que la distribución de talento joven no sea una invitación constante a acumular derrotas.
Los aficionados, otro dato importante, tienen la media de edad más joven de las grandes ligas. Las franquicias valen unos 2.200 millones de media, con los Knicks alcanzando los 5.000 y Warriors y Lakers en camino, no muy lejos y más allá de los 4.500. Y la media de los salarios (unos 450 jugadores por temporada) supera los 7 millones. Porque estos son los números de esta edad de oro en la que estaba metida la NBA antes de las turbulencias sanitarias: es la competición profesional estadounidense con los propietarios más ricos (sus fortunas alcanzan los 3.300 millones de dólares de promedio) y con el tiempo en el cargo más corto (la renovación es evidente) (12,4 años de media). FILES-BASKET-NBA-HEALTH-VIRUS-OCTOBERLa tienda de la NBA en la Quinta Avenida, camiseta bulls en el corazón de Nueva York. Entonces echa un vistazo a nuestra tienda de jugadores NBA para ver camisetas sin mangas de tu equipo y jugador NBA favorito del Team Toronto Raptors. En la lucha por el MVP estuvieron luchando hasta el final LeBron James y Chris Paul, aunque para la mayoría de analistas de baloncesto Bryant tuvo la mejor temporada del año, camiseta nba habiendo jugado incluso con una lesión en un dedo.
Si usted acarició este artículo y usted quisiera obtener muchos más datos sobre camisetas baloncesto amablemente echa un vistazo a nuestro propio sitio web.